Creative Commons License Esta obra por Julian J. Paule esta licenciada bajo Creative Commons

viernes, 21 de noviembre de 2008

Diario de un emo (Capitulo 2):


Diario intimo por Arnaldo Cachifori:

Querido diario, quiero contarte que me paso algo re loco, creo que por unos minutos…habrán sido mas o menos cuatro minutos, que fui feliz.
El otro día estaba caminando por la calle luciendo mi ropa negra y mi moñito color violeta (que por cierto me compre uno nuevo, el otro estaba lleno de moco)
Mientras escuchaba en mi mp3 a Pipo Pescador… estaba escuchando la canción del auto feo, que me parece súper emo porque habla de lo triste y deprimente que es un auto feo pero también lo dulce y agradable (la torta) de que es estar deprimido por ese auto.
Volviendo al tema, estaba caminando llendo para mi casa cuando veo que enfrente de mi casa se mudaba un boy de unos 16, 17 años con una pelada simpática.
Lo que me resulto extraño es el molinete que tenia tatuado en el brazo y el nombre que supongo habrá sido o es su novia creo que “naza” o “nazo” o “nazin” no se pero lo tenia tatuado.
Entonces todo ese día estuve pensando en el chico ese y me imagine siendo el mejor amigo de el, éramos felices, íbamos a comprar chocolates juntos, subíamos y bajábamos de los “subí-bajas” nos columpiábamos por las hamacas.
Todo era color rosa, mejor dicho color violeta como mi moñito, pero después me acorde de que soy emo y que tengo que ver el lado triste y es que ser amigo de un pelado no es nada agradable.
Imagínate que si estas en el aire libre hay pleno sol y te ensolas por que la pelada refleja toda la luz del sol, y la luz ultravioleta te quema la piel.
Además no podes decirle “que le tomaron el pelo”, tampoco le podes regalar un peine y hasta… que pensé lo peor que pudiese haber pensado…
No podría regalarle mi moño ¡no podría!
Creo que nosotros no somos el uno para el otro, pensé, y entonces me deprimí en mi pieza escuchando “lloran las rosas”
Al otro dia, me levante y lo primero que pensé fue en ir a la casa preguntar por el chico, hablar con el y decirle que nuestra amistad no da para mas.
Salí de mi casa rumbo a su casa (valga la redundancia) golpeo la puerta, me acomodo mi moñito y de repente sale… El, con su pelada reluciente un collar de perro en el cuello y una remera que decía “Killer” y dice:
-Que queres rata? Si sos esos de los de Jehová o venís a pedir plata o vender algo raja de acá!
-Estem, no, yo solamente, uy espera que me lagrimea el ojo, me entro una basurita.
-Eh, que fumaste flaco, acá la única basurita sos vos y tengo una escoba de cuatro nudillos para barrerla.
-Snif, perdona es que la verdad, te soy sincero…nuestra amistad no va mas.
-Que? Quien sos Guido Suller salí de acá antes de que te mate!
-Aaaaah basura!!!

Esas fueron mis ultimas palabras antes de que me agarrara del cuello y me pegase cinco piñas en la cara y tres patadas, tengo que agradecer que justo paso el barrendero y me llevo al hospital, donde me hicieron cuatro puntos abajo del parpado y me vendaron la Después me acorde de que yo me había imaginado de que éramos amigos, pero creo que igual esa no es forma de contestar a un pedido de ayuda…
Yo solo quería que me sople el ojo, por que me había entrado otra vez una… basura.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya se puede comentar anonimamente...